domingo, 26 de julio de 2009

Una semana más para los arqueólogos: la sociedad a favor de la conciencia histórica.











El día de hoy, el director de Pro Cholula, el Lic. Susano Moises Toxqui me llamó para informarme de una campaña de apoyo que la asociación civil Pro Cholula A.C. y la asociación civil Nueve Lluvia estaban realizando en las obras donde semanas antes se habían descubierto hallazgos prehispánicos en la entrada de Cholula, entre la gasolinera, el balneario y la taquería. El día de mañana, lunes 27 de julio, se reanudaran las obras que inevitablemente destruirán los hallazgos. Los descubrimientos hasta ahora son una serie de edificaciones, 21 osamentas, pinturas rupestres, y estos son apenas unos cuantos de los interesantes descubrimientos que minuto a minuto realizan los especialistas dirigidos por el arqueólogo Ashuni Emmanuel Romero Butrón. Afortunadamente la ciudadanía respondió al llamado de Pro Cholula y Nueve Lluvia y cientos de firmas fueron recaudadas. No solo los adultos, sino también los niños firmaron, conmovidos por la importancia del hallazgo y por la dedicación de los arqueólogos. Solo unos cuantos estaban en contra de que se otorgará una semana más de permiso a los arqueólogos para continuar con las investigaciones, se trataba de los comerciantes que se habían visto afectados por las obras.
La gran mayoría de visitantes admiraban los hallazgos y manifestaban su apoyo a las asociaciones civiles y a los arqueólogos. Sin duda el patrimonio cultural ha sido relacionado con las políticas de conservación que consideran que estos bienes están vinculados con las necesidades contemporáneas de la mayoría. Sin embargo y en contraste a lo expuesto, el patrimonio no suele ser dedicado a satisfacer las necesidades de la mayoría, y suele estar a merced de las clases dominantes (muchas veces comerciantes), para su uso y explotación, y somos nosotros, el resto de la sociedad quienes quedamos impedidos de la oportunidad de beneficiarnos con el acceso a los bienes patrimoniales. El día de hoy, la sociedad se manifestó a favor de lo que ellos conciben como “su patrimonio” y a través de firmas y testimonios manifestaron su deseo y su necesidad de acceder al conocimiento de su historia. Mientras fui testigo de los cientos de personas que admiraban los descubrimientos y firmaban en apoyo a los antropólogos me di cuenta de que a veces las decisiones que se toman en la cúpula inevitablemente deben tener la sensibilidad de reconocer en la firma de un pequeño de cinco años, o en la de un hombre anciano, el orgullo por su historia. Los hallazgos son valiosos pero el interés de la gente por dichos hallazgos lo es más, pues se corresponde con una conciencia histórica.