lunes, 27 de julio de 2009

Miles de pesos por miles de años de cultura : “la modernidad" entendida como comercio destruye el pasado entendido como patrimonio cultural.







Por la mañana de este lunes, los arqueólogos del Centro INAH y los miembros de las asociaciones civiles Nueve Lluvia y Pro Cholula A.C. fuimos testigos de la destrucción de los vestigios prehispánicos encontrados por los especialistas del INAH. La mañana nublada fue el marco en el que diversos actores nos dimos cita para observar un nuevo momento histórico, el momento en que mil doscientas firmas y la cordura se perdían entre los escombros de lo que pudo ser uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo.
Cada grupo de actores sociales tiene intereses diferentes, y es claro que no siempre nos podemos poner de acuerdo respecto a lo que vale o no vale la pena conservar; pero ante una situación que amerita un mínimo de conocimiento e interés por la indagación histórica, queda claro que las autoridades obedecen a otros intereses que no siempre son los de la sociedad civil o los del conocimiento.
El día de ayer, Pro Cholula AC y Nueve lluvia llevarón las firmas recolectadas (mas de mil) a casa Aguayo, pero la repuesta del gobernador jamás se escuchó en forma directa, fue con la presencia de dos maquinas que destruyeron la zona que dimos por entendida su respuesta.
Durante los días en que se realizaron las obras, los arqueólogos se vieron constantemente acosados por los comerciantes. El día de hoy, entre burlas y ofensas el representante de los comerciantes, Regulo Armendia, y su gente, se dedicaron a molestar a los arqueólogos.
Uno de los vecinos, también comerciante, me comentó que no todos los comerciantes apoyaban a Regulo Armendia a quien tacho de deshonesto e ignorante. Regulo Armendia me explicó que fue Eduardo Merlo quien en una reunión con comerciantes les dijo que no había absolutamente nada de importancia en las excavaciones y que él estaba completamente de acuerdo con que las obras continuaran ya que no había absolutamente nada de valor.
Entre los argumentos, Regulo Armendia explicaba: si queremos descubrir tendríamos que voltear a Cholula de cabeza y en cualquier lugar donde rasquen seguramente encontraran tepalcates y cochinada y media. Si bien Regulo Armendia se refirió a las pérdidas económicas de los comerciantes, yo me pregunto ¿qué hay de la perdida en conocimiento que las generaciones actuales y venideras han sufrido el día de hoy, por gente que privilegia el interés económico particular por sobre el interés histórico social?
Una semana más de excavaciones habría permitido encontrar hallazgos de gran importancia, pero el interés económico no espera a quienes no les interesa conocer más de nuestro pasado histórico. Argumentar y justificar la destrucción del patrimonio en nombre de “la modernidad” es ocultar a través de argumentos "legítimos" y “acciones legales” como los intereses políticos y económicos aplastan y destruyen sin ningún miramiento. En cierta forma yo le recordaría a los comerciantes de Cholula que si bien hoy “ganaron” al ver destruidas las ruinas, el día de mañana sus hijos y sus nietos habrán perdido la oportunidad de entender porque su ciudad y su comunidad es extraordinaria, por su antigüedad, por su patrimonio y por su valor histórico que alcanza lo universal. Lamentablemente los comerciantes de Cholula y las autoridades pasaran a la historia como aquellos que prefirieron unos miles de pesos hoy , a mil años de cultura.

Finalmente el patrimonio se pierde en nombre de la modernidad