El amor, en la era neoliberal

Empieza febrero, un mes en el que la mercadotecnia se favorece del amor, en la era neoliberal. La ocasión hace aflorar dulces sentimientos o dolorosos recuerdo en toda la población nacional. 14 de febrero es un día en que algunos disfrutan del amor, mientras otros sufren el desamor. En el día del amor, disfruto de recorrer las calles con cámara en mano y mirar las manifestaciones subjetivas en forma de expresiones amorosas, culturalmente construidas. Esto no significa que observe de manera cien por ciento objetiva, y sea inmune a los sentimientos que afloran en este tipo de festividades. De hecho, es esa misma emoción que irradia la gente, la que me gusta captar en fotografía.

Cuando un sentimiento amoroso hace sufrir, la energía que produce suele ser destructiva, propiciando depresión, que puede manifestarse posteriormente como enfermedad física; pero cuando el sentimiento se conduce de manera positiva, se convierte en inspiración de hermosas obras creativas. El amor suele ser complejo e intrigante. Lejos de la posición romántica, se trata de una mescla entre construcción cultural e instintiva. El amor como proceso social se aprende. Culturas distintas realizan en torno al amor, rituales diferentes, y sin embargo por mucho que se le estudie y se analice desde el punto de vista de diversas ciencias, el amor sigue siendo un sentimiento que se vive de manera muy personal.