viernes, 2 de mayo de 2008


Discursos de "Progreso y Modernidad", legitiman la destrucción del patrimonio cultural.
Isabel Muñiz Montero

Cuando analizamos los usos sociales que se dan al patrimonio nos encontramos con que el Estado cuenta con instituciones y leyes que gestionan, protegen y promueven el patrimonio. (García 1993, 50). El artículo 42 de la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas determina que "las autoridades competentes deberán regular con el fin de proteger una zona de monumentos, (Becerril 2003, 53).

Para Becerril, La Ley Mexicana de Monumentos carece de una visión de "riqueza del patrimonio cultura", es decir "de valor cultural"; en otras palabras, la ley no regula todos los aspectos relacionados con el patrimonio y el valor que tiene para la sociedad. Así, la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas no protege otras categorías de patrimonio involucradas con estos lugares: lugares sagrados, lugares conmemorativos, lugares históricos, lugares familiares, etc. (Becerril 2003, 54).

Vincular a la población y hacerle tomar conciencia de la importancia de preservar el patrimonio, no es tarea fácil. Para García Canclini(1993, 43-44) los grupos sociales se relacionan de diferente manera con el patrimonio; de tal forma que algunos grupos no podrán relacionarse con algunas formas de patrimonio. Pero este acceso diferente al patrimonio se origina en las diferencias económicas y de clase social. De esa forma, el patrimonio se convierte en un espacio de lucha material, y simbólica, entre las clases y los grupos sociales. Patrimonio es también un espacio de lucha o resistencia entre las clases, en donde la explotación y la deposeción se hacen evidentes.
Nociones como patrimonio y modernidad se enfrentan creando así contradicciones en las que inevitablemente se favorece a ciertos intereses y se desconocen los derechos de los lugareños.

En realidad los discursos de "progreso y modernidad" ocultan intereses económicos favorables a los empresarios que se han asentado en la región, y la capacidad del Estado de apropiarse (a veces de manera violenta) de los bienes patrimoniales. El turismo ecológico y cultural que a simple vista podrían ser opciones para conservar los bienes patrimoniales, son en realidad discursos que ocultan formas de comerciar el patrimonio a favor de intereses particulares.
Para Churchill:
El uso de conceptos "neutrales" como el desarrollo, el ordenamiento y la regulación intentan disfrazar la existencia de posiciones políticas a favor de una clase o un grupo social. Asimismo, el concepto jurídico de la "utilidad pública" pretende allanar las desigualdades de poder económico y político que existen entre burguesía y clase obrera, el gobierno y sus agencias y los ciudadanos, y aun los propietarios y los inquilinos (Churchill 2002, 54).

Una mirada profunda a los cambios y transformaciones que se hagan sobre el patrimonio nos debe permitir detectar en los discursos de "progreso" y "modernidad" intereses que no son los de la comunidad, y donde la defensa del patrimonio es lo que menos importa cuando los intereses económicos se anteponen.

Referencias:

Becerril, Miro, José Ernesto, "La Gestión Jurídica del Patrimonio Cultural En México" en Gestión del patrimonio cultural: Realidades y retos, Viladevall i Guasch, Mireia (comp.) Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; Dirección General de Fomento Editorial; México, 2003.

Churchill, Coner, Nancy , "Una aproximación a la sociología del espacio urbano", en Conflicto, Violencia y Teoría Social: una agenda sociológica. Sergio Tishler y Genaro Carnero (comp.), Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, BUAP. México, 2001.

García, Canclini, Nestor "Los usos sociales del Patrimonio Cultural" en: El patrimonio cultural de México, Enrique Florescano (Comp.), Fondo de cultura Económica: México, 1993.

Falso profesionista

Uno de los privilegios mas grandes es sin duda el de poder estudiar y adquirir una profesión. Sin embargo existen muchas personas que aun piensan que el problema con hacerse de una carrera profesional es el de realizar un gran esfuerzo y no obtener una recompensa económica “igual”.
Pero la posibilidad de crear nuevas formas de entender la realidad ya es en sí misma una gran recompensa. Conozco algún supuesto ingeniero, algún supuesto abogado y también un supuesto antropólogo; personas que sin haber estudiado una profesión se hacen de títulos falsos o de un prestigio ensalzado con la mentira, pero nadie podrá negar la gran satisfacción que le puede dar el pensar de una manera extraordinaria; esto es algo que no se compra, ni se presume sin el esfuerzo y la tenacidad de quien pisa la universidad.

De los imaginarios y el Estado Nación

¿Qué es el Estado Nación? además de una realidad material es una construcción simbólica. La nación, decimos, existe en el territorio, en la gente y en las instituciones, pero si miramos bien, existe en las mentes de las personas. Los gobiernos mundiales, para ejercer el poder sobre la población, requieren de crear una serie de símbolos que legitimen sus actos de coerción y así lograr el consenso. Un estado que no cuenta con símbolos que legitimen dicho poder, esta condenado a desaparecer. Las leyendas y aun la "historia" oficial, son argumentos que justifican el poder en manos del Estado.
Pensemos en los héroes que durante una guerra son seres humanos que con sus acciones (bien intencionadas, a veces semi inconscientes, y a veces individualistas), murieron durante coyunturas históricas. Dichas personas, luego de que un grupo a alcanzado el poder son incorporadas a la historia creada por el grupo vencedor, creando mitos, de tal manera que al convertirse en mártires pueden servir a los nuevos poderosos como justificación de sus actos : "somos los legítimos gobernantes pues representamos el pensamiento de fulano y zutano, quienes murieron por una causa , y esa causa es la libertad, el bien común y la justicia."
Entonces el mártir ahora convertido en héroe - imaginario- leyenda, pasa a ser propiedad de un grupo de poderosos , quienes lo reclaman como eslogan y marca registrada para así legitimar actos de todo tipo.
Todo estado - nación se construye a través de estos mártires – héroes – imaginarios : cuerpos muertos revestidos de leyendas que en vida fueron personas atrapadas en las coyunturas históricas. La existencia de los héroes es necesaria para la construcción de un estado nación, sin los héroes, la gente no tendría fe en su gobierno. Sin embargo, los héroes suelen ser seres que enfrentaron situaciones de crisis social como mucha gente en el mundo.
Crìtica a Garcia Canclini y su Nocion de patrimonio
Isabel Muñiz Montero
Las políticas neoliberales influyen en la forma en que la vida social se vive y reproduce. En 1994 el informe de de la comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la UNESCO , mostraba que en algunas regiones y comunidades se exponía un creciente interés por revivir y regresar a las formas culturales tradicionales. Según este informe, se trataba de una serie de manifestaciones de defensa ante la enajenación propiciada por el neoliberalismo y los procesos de la vida moderna.
En parte se trata de una reacción contra los efectos alienantes de la tecnología moderna a gran escala y de la desigualdad distribución de los beneficios de la industrialización. Tras todo ello subyace la preocupación de que el desarrollo se traduzca en pérdidas de identidad, del sentido de la comunidad y del valor personal (Pérez 1996, 37).

Tras de este interés por el retorno a la tradición, se argumenta un temor a perder la identidad y la unión comunitaria, lo que ha convertido al patrimonio cultural en un tema de interés. Sin embargo, mientras algunos grupos desean defender su patrimonio cultural, otros se adaptan a las nuevas condiciones sociales. Como se ha explicado en el apartado sobre cultura, existen muchas interpretaciones del término “cultura” y estas interpretaciones influyen en el concepto de patrimonio cultural. ¿Qué es el patrimonio cultural? para García Canclini (1993,3-119), el patrimonio cultural es un espacio de unión entre quienes comparten una misma visión del mundo, se trata también de un espacio donde los individuos satisfacen su necesidad de reconocimiento y de pertenencia, pero el autor no menciona que patrimonio es también un espacio que reproduce las diferencias económicas y de clase, la apropiación del patrimonio cultural se rige a partir de esas diferencias de clase. Recordemos que para Crehan (2002), cultura es la forma en que los individuos viven su clase social, en relación a esta noción, la producción y la apropiación del patrimonio cultural esta determinada por las diferencias de clase. Para Becerril Miro:
El patrimonio es un conjunto de bienes con un valor cultural relevante, ya sea para la historia, el arte, la tradición, la ciencia, la arquitectura, etc. Los cuales, por representar elementos que contribuyen a su identidad y desarrollo social, son protegidos por una comunidad (Becerril 2003, 50).

Los diferentes grupos sociales aceptan algunas manifestaciones culturales y rechazan otras. Algunos grupos reproducen ciertas tradiciones que otros grupos refutan. Por tanto, las desigualdades económicas y políticas se manifiesta en la forma en que los diversos grupos sociales se apropian del patrimonio cultural. El patrimonio cultural se convierte entonces en un espacio donde la hegemonía se reproduce, bien para ser sufrida, resistida o debatida. Para García Canclini, existen dos maneras tradicionales de entender el patrimonio: la que se ocupa del patrimonio con una estrategia conservacionista y un respectivo orden profesional (restauradores, arqueólogos, historiadores, antropólogos, es decir todos los especialistas del pasado) y aquellos que asemejan el patrimonio con otras redes de conceptos como turismo, desarrollo urbano, mercantilización, comunicación masiva (García 1993, 41). En términos generales, para García Canclini el patrimonio no incluye solamente la herencia de los pueblos, sino también sus bienes actuales, visibles e invisibles (1993, 41). El patrimonio de un país está conformado por los productos de la cultura popular, elaborados por grupos subalternos (García Canclini 1993, 42). Para García Canclini los grupos sociales económicamente más poderosos son los que tienen mayor posibilidad de apropiarse del capital cultural (García Canclini 1993, 429). De esta forma, al patrimonio cultural se le adjudica un valor económico. “La diversa capacidad de relacionarse con el patrimonio se origina en la desigual participación de los grupos sociales en su formación: vale más el arte que las artesanías, la medicina científica que la popular, la cultura escrita que la oral” (García Canclini1993, 439). Para García Canclini :
[…] la reformulación del patrimonio en términos de capital cultural tiene la ventaja de no presentarlo como un conjunto de bienes estables neutros, con valores y sentidos fijos, sino como un proceso social que, como el otro capital se acumula, se renueva, produce rendimientos que los diversos sectores se apropian en forma desigual (García 1993, 439).

El patrimonio también esta relacionado con las políticas de conservación que consideran que estos bienes están vinculados con las necesidades contemporáneas de la mayoría. Sin embargo y en contraste a lo expuesto por García, el patrimonio suele estar al servicio de las clases dominantes, para su uso y explotación, y son las clases subalternas quienes quedan restringidas de la oportunidad de beneficiares del patrimonio. Las clases subalternas pueden sufrir el despojo de su patrimonio. Para justificar este despojo se suelen utilizar discursos y nociones como las de “modernidad”, “progreso” ,“beneficio público”, “desarrollo”, o argumentos como el expuesto por García Canclini cuando se refiere a las “necesidades contemporáneas de la mayoría”; todos estos discursos legitiman las acciones de las clases dominantes en torno a beneficios particulares, casi siempre de índole económico. La producción de patrimonio en las clases subalternas es otro elemento que clarifica la existencia de diferencias de clase y desigualdades sociales. Debido a que son grupos subalternos, su producción creativa obedece a ciertos cánones y estilos subalternos, que al existir se constituyen como procesos hegemónicos. Tradiciones, ritos, rituales, todos ellos formas de patrimonio cultural, son procesos hegemónicos que reproducen las diferencias de clase. García Canclini hace hincapié al señalar que el patrimonio cultural es un importante espacio de lucha simbólica entre las clases, pero reitero, el autor no señala que patrimonio es además un espacio de lucha política y económica donde se reproduce la desigualdad social. Estoy de acuerdo con García Canclini con respecto a sus argumentos sobre la apropiación desigual del patrimonio en aras de hacerse de un “capital cultural” (en forma de calidad de vida y conocimiento), y sobre la producción desigual, pero el autor no considera el despojo, la usurpación y la sobre explotación del patrimonio, de ciertas clases sociales sobre otras; en ese sentido una discusión sobre las clases sociales no esta presente en el artículo de García. Además ¿es posible que todos los sectores sociales se vean representados por las mismas formas de patrimonio?, ¿es posible que toda la sociedad se ponga de acuerdo en cuanto a que formas de patrimonio conservar y cuales no?, debido existen diferencias étnicas y de clase en una misma región, esto no es posible.
Las clases dominantes deciden que elementos del patrimonio son representativos de su dominación y que tipo de patrimonio pertenece a las masas. Reitero que el patrimonio cultural es un espacio de lucha social económica y no solo simbólica, como manifiesta García Canclini. Es un espacio de reproducción de las desigualdades sociales. El patrimonio cultural es escenario de procesos hegemónicos.
Los recursos culturales que una sociedad hereda pueden subdividirse en recursos culturales tangibles y recursos culturales intangibles. Dichos recursos, “encarnan la cultura colectiva de las comunidades” y “conforman su sentimiento de identidad” en una determinada época (Pérez de Cuellar 1997, 211). El patrimonio cultural tangible es aquel que se manifiesta en el entorno construido: edificios, templos, pirámides; son bienes materiales que son el legado de generaciones pasadas: pinturas, esculturas etc. El patrimonio cultural intangible se expresa de manera inmaterial a través de “la mente y el corazón de los seres humanos” (Pérez de Cuellar 1997, 211). Ejemplo de patrimonio cultural intangible son las lenguas, las tradiciones locales, los nombres de los lugares, la música, la poesía etc.

Referencias:
Crehan, Kate, Gramsci, Cultura and Antropology, University of California press, Berkeley, 2002.
García, Canclini, Nestor “Los usos sociales del Patrimonio Cultural” en: El patrimonio cultural de México, Enrique Florescano (Comp.), Fondo de cultura Económica: México, 1993.
Pérez de Cuellar, Javier (Dir.), Nuestra diversidad creativa, informe de la comisión mundial de cultura y desarrollo, Ediciones UNESCO, México, 1997.