En ocasiones lo cotidiano de nuestras vidas, a través de los pequeños detalles, pasa casi desapercibido. Es el caso de las ardillas de centro de Cholula, poco se habla de ellas, pero cada fin de semana, niños y adultos disfrutan de su presencia. Un sábado por la mañana, paseando con mi perro, me doy cuenta de que las ardillas embellecen el paisaje de esta ciudad; al final, igual que ellas, los paseantes nos fundimos con el paisaje y somos parte de lo cotidiano, lo usual y sin embargo lo pintoresco de esta ciudad.
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